Una segunda situación atípica en que el niño probablemente no responderá a la Educación Positiva, y por la cual es necesario consultar a un profesional, está conformada por los episodios de depresión.
Es difícil de diagnosticar porque el niño no sabe decir que está triste. Se manifiesta, en general, en decaimiento o movimiento excesivo; agresividad; mal dormir o dificultades para ser despertados en la mañana, cuando este problema no existía anteriormente; inapetencia o gran voracidad; llanto frecuente con dificultad para explicar el motivo de su tristeza.
Los que sufren episodios de depresión muestran también disminución de su rendimiento escolar y dejan de jugar o lo hacen con menor frecuencia que lo habitual.
Si usted observa alguno de estos síntomas, aunque sólo sea uno de ellos, no dude en consultar a un especialista a fin de ser orientado.
Los tratamientos modernos suelen combinar la sicoterapia y medicación con asesoramiento familiar. A diferencia de los adultos, las respuestas son rápidas y las altas en corto plazo.
«TERNURA Y FIRMEZA CON LOS HIJOS»
Dr. Alexander Lyford-Pike